Estamos acostumbrados a conocer El Cuadro de Mando Integral desde su visión estratégica, que es el uso principal que se le da en el entorno empresarial. Sin embargo, en el nuevo enfoque que están adquiriendo las organizaciones, alrededor de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), tenemos una gran oportunidad para alinear la estrategia con la sostenibilidad.
Los 17 ODS están integrados: reconocen que la acción en un área afectará los resultados en otras áreas y que el desarrollo debe equilibrar la sostenibilidad social, económica y ambiental.
La creatividad, el conocimiento, la tecnología y los recursos financieros de toda la sociedad son necesarios para alcanzar los ODS en todos los contextos.
Y dentro de la hoja de ruta de las empresas para los próximos años, debería haber un lugar especial para los objetivos de desarrollo sostenible (ODS).
Además de las iniciativas impulsadas por los diferentes gobiernos, nos encontramos que los empleados, los clientes y el público en general son cada vez más sensibles a este tipo de acciones. Dentro del movimiento conocido como «La Gran Renuncia», una de las claves que buscan los empleados está relacionado con el propósito de la empresa y el otro en un enfoque muy conectado con los ODS.
Cada uno de nosotros es responsable de una parte del deterioro del medio ambiente y está en nuestras manos buscar otras opciones.
A la hora de plantear planes de acción alineados con estos objetivos, las empresas tienen la posibilidad de reflejar en un cuadro de mando los indicadores necesarios para hacer el seguimiento adecuado.
Con las nuevas políticas de transparencia, las empresas tienen la oportunidad de mostrar en sus espacios públicos (página web, redes sociales, canales de comunicación, etc) la información relacionada con el cumplimiento de los ODS.
Automatizar el proceso de recogida de información y de visualización de los indicadores, facilita el trabajo de la empresa para hacer llegar esa información al público objetivo.
Si la empresa tiene planteados unos objetivos estratégicos, los ODS deberían estar entre ellos, y el cuadro de mando integral nos permite estructurar esos objetivos y relacionarlos entre sí.
Los indicadores adecuados nos permiten controlar la evolución de los distintos planes de acción que se hayan puesto en marcha y su impacto real en la empresa y en el medio ambiente. Y la implantación de herramientas de visualización a diferentes niveles nos permite hacer llegar a toda la organización la información necesaria en cada momento, así como al resto de actores implicados en nuestro mercado.
Por lo tanto, el Cuadro de Mando Integral nos proporciona una forma ágil y eficaz para alinear nuestros esfuerzos hacia el cumplimiento de los ODS y la comunicación relacionada con los resultados obtenidos.