Una de las grandes oportunidades que tenemos actualmente para mejorar la sostenibilidad y aumentar nuestra competitividad como país, se apoya en el triángulo fundamental formado por:

  • Las personas
  • Las empresas
  • Las instituciones

Cada día recibimos noticias relacionadas con dos temas que deberían estar conectados: la escasez de recursos y el exceso de residuos generados por la actividad humana.

En este punto aparece el nexo de unión bajo el concepto de Economía Circular.

Economía Circular

Según el Parlamento Europeo:

“La economía circular es un modelo de producción y consumo que implica compartir, alquilar, reutilizar, reparar, renovar y reciclar materiales y productos existentes todas las veces que sea posible para crear un valor añadido. De esta forma, el ciclo de vida de los productos se extiende.

En la práctica, implica reducir los residuos al mínimo. Cuando un producto llega al final de su vida, sus materiales se mantienen dentro de la economía siempre que sea posible gracias al reciclaje. Estos pueden ser productivamente utilizados una y otra vez, creando así un valor adicional.
Contrasta con el modelo económico lineal tradicional, basado principalmente en el concepto “usar y tirar”, que requiere de grandes cantidades de materiales y energía baratos y de fácil acceso.”

Fuente: Servicio de Investigación del Parlamento Europeo

En este flujo necesario para conseguir los objetivos conjuntos, cada parte tiene un papel fundamental que representar:

  • Las empresas tienen que buscar la máxima eficiencia con la elección adecuada de las materias primas, un diseño sostenible y unas actividades de producción y distribución alineadas con la sostenibilidad.
  • Las personas tienen un gran protagonismo en el consumo, la reutilización y la reparación.
  • Las instituciones públicas deben proporcionar los medios para la recogida y la gestión de residuos, favoreciendo al máximo el reciclaje de los mismos.

Dentro de este flujo de actividades orientadas a promover la Economía Circular aparece una gran oportunidad con la colaboración de las empresas, los ayuntamientos y las universidades.

No deberíamos olvidar que la universidad tiene tres grandes propósitos:

  • Formación
  • Investigación
  • Transferencia del conocimiento a la sociedad y a las empresas

Y es en este último propósito en el que aparecen oportunidades todavía sin aprovechar.

Transferencia de Tecnología

Es necesario que se refuercen los canales de información y comunicación entre las empresas y las universidades con un doble enfoque:

  • Dar a conocer a las empresas las diferentes líneas de investigación y sus aplicaciones prácticas, como una vía de salida de los conocimientos desarrollados en la universidad.
  • Proporcionar a las empresas un medio para plantear a los investigadores problemas reales que necesitan solución.

Como ejemplo de las vías actualmente establecidas voy a comentar, por cercanía, el caso de la Universidad de Alicante (UA).

En el siguiente diagrama se pueden apreciar los diferentes procesos que se llevan a cabo para identificar, valorizar y transferir los diferentes programas de investigación que se desarrollan en la UA y terminan en una empresa, ya sea en una empresa externa o en la creación de una startup.

En este caso se muestra el Portal de Oferta Tecnológica de la Oficina de Transferencia de Resultados de la Investigación (OTRI).

Dentro del apartado de la Economía Circular hay proyectos enfocados en las siguientes áreas:

  • Tratamiento y revalorización de aguas.
  • Materiales biodegradables.
  • Valorización de desechos de la industria agroalimentaria.
  • Energía verde.
  • Gestión de residuos, valorización de subproductos y reciclado.
  • Materiales de construcción reciclados.
  • Edificación sostenible.

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Simbiosis Industrial

Como ejemplo de la visión de estas oportunidades desde los ayuntamientos, en el de San Vicente del Raspeig se está llevando a cabo un estudio para la Economía Circular de la mano de RedEco para buscar soluciones habilitadoras de simbiosis industrial. En este caso cobran un protagonismo especial las asociaciones empresariales que representan al tejido industrial de cada zona. 

A falta de finalizar el estudio y disponer del informe completo, se pueden adelantar las principales oportunidades detectadas, que abren la puerta a promover proyectos de colaboración a tres bandas entre las empresas, el ayuntamiento y la universidad:

  • Ecoparque industrial.
  • Gestión mancomunada de residuos.
  • Sistemas de logística compartida.
  • Traslado compartido de empleados.
  • Comunidades energéticas industriales.
  • Transferencia tecnológica.
  • Valorización energética de residuos.
  • Disponibilidad de espacio infrautilizado.

Es evidente que tenemos muchas oportunidades en nuestro entorno cercano para favorecer la Economía Circular si ampliamos la colaboración entre las empresas, las instituciones y las universidades.