* Extraído de la web de la Comisión Europea

La Comisión presenta un plan que reducirá los trámites burocráticos y otros obstáculos que afectan a las PYME e insiste en el papel vital que desempeñan para la economía europea.

El futuro plan para la pequeña empresa (conocido como Small Business Act ) constituye un “hito fundamental”, ya que reducirá la burocracia y extenderá una “alfombra roja” para los empresarios, declaró el Presidente de la Comisión, José Manuel Barroso.

En la UE existen 23 millones de pequeñas y medianas empresas (es decir, con menos de 250 trabajadores en plantilla). Estas PYME proporcionan la mayoría de los puestos de trabajo en la UE, sobre todo en sectores fundamentales para el éxito de la economía como el textil, la construcción y la fabricación de muebles.

Sin embargo, a menudo deben hacer frente a importantes dificultades administrativas y de financiación. Además, la iniciativa empresarial se ve entorpecida en Europa por la falta de reconocimiento de la importancia que tienen las pequeñas empresas.

El plan presentado —que forma parte de la Estrategia para el Crecimiento y el Empleo de la UE— aboga por políticas que faciliten la creación y la gestión de las empresas y aumenten así su atractivo. Entre otras medidas, se podría limitar a una semana el plazo para la creación de nuevas empresas o reducir a un mes el de obtención de licencias y permisos. La UE ya se ha comprometido a que en 2012 la carga administrativa que soportan las pequeñas empresas quede reducida un 25%. El plan propuesto también pretende estimular el interés por las actividades empresariales, especialmente entre los jóvenes.

Además, se facilitará el acceso a la financiación por parte de las empresas, que tendrán una segunda oportunidad para volver a empezar si fracasan.  En este sentido, el Banco Europeo de Inversiones tiene la intención de diversificar sus instrumentos de apoyo a las pequeñas empresas.

La Comisión propone además un nuevo tipo de empresa europea, con el fin de facilitar las actividades de las pequeñas empresas más allá de sus propias fronteras. La normativa de esta nueva “ sociedad privada europea” permitirá aplicar un procedimiento común para la creación de empresas en toda la UE y facilitará el establecimiento de filiales en otros países de la Unión. Aunque las pequeñas empresas representan más del 99% de las empresas de la UE (y el 70% de los puestos de trabajo), en la mayoría de los casos siguen sin superar sus fronteras, a diferencia de lo que ocurre con las grandes empresas.

Las propuestas también contemplan la ampliación del acceso a las ayudas nacionales (para formación, investigación y desarrollo, etc.) y la agilización de los pagos a las empresas de menor tamaño. Además, los países miembros podrían reducir los tipos de IVA que aplican a los servicios prestados por empresas locales.

Nos alegra ver el nacimiento de nuevas iniciativas orientadas a mejorar el trabajo diario de las Pymes.  La creación de la nueva sociedad privada europea supondrá un fuerte impulso para las Pymes orientadas al mercado internacional.

Saludos.
Francisco Páez