La semana pasada tuve ocasión de participar en el I Congreso de Interim Management que se celebró en Madrid y que sirvió para:
– Tener un punto de encuentro para todos los profesionales que ejercemos esta labor.
– Continuar la labor de divulgación del Interim Management.
– Mostrar el fantástico que está haciendo la Asociación (AIME) en este sentido.
– Constatar el crecimiento que está teniendo esta figura en nuestro país.

Las ponencias fueron interesantes, mostrando diferentes aspectos de la figura del Interim Manager y el potencial que tiene para empresas y profesionales. En particular quiero destacar el estudio sobre el estado del Interim Management que ha llevado a cabo la asociación, con datos muy reveladores sobre las oportunidades disponibles.

Tras el Congreso se llevó a cabo la Asamblea General de Socios en la que tuvimos ocasión de debatir, compartir inquietudes y seguir diseñando nuestro futuro.

Interim Manager

La parte de «networking» fue otra de las grandes aportaciones del Congreso, ya que los 300 profesionales que formamos la Asociación en la actualidad estamos diseminados por todo el país.

El Interim Manager es todavía una figura desconocida para la mayoría de las empresas, por lo que su implantación requiere de una etapa de divulgación previa para reducir los recelos a la hora de afrontar proyectos, labor en la que AIME está jugando un papel clave, agrupando los esfuerzos de todos los asociados y promoviendo la difusión de nuestra actividad a través de asociaciones empresariales y organismos públicos y privados.

El Interim Manager es un profesional con gran experiencia en dirección y gestión que se incorpora de forma externa a una empresa para llevar a cabo una misión ejecutiva muy concreta durante un plazo de tiempo determinado y con unos objetivos previamente definidos.

La relación con la empresa es de tipo mercantil, a través de un contrato de servicios, sin ninguna relación de tipo laboral.

Las situaciones en las que una empresa puede beneficiarse de la figura del Interim Manager son muchas y variadas, pero podemos destacar las siguientes:

  • Sustitución temporal de un cargo directivo (Cese, dimisión, baja temporal).
  • Gestión de un cambio organizativo importante (desarrollo del equipo directivo, relevo generacional, reestructuración de un departamento, adquisiciones, desarrollo de un plan estratégico).
  • Desarrollo de nuevos negocios o mercados (internacionalización, nuevos productos, nuevos mercados).

Las ventajas de contratar un Interim Manager son:

  • Coste variable para la empresa con una vinculación temporal durante la realización del proyecto.
  • Rapidez de puesta en marcha y flexibilidad por la experiencia del profesional.
  • Mayor objetividad por su visión externa de la empresa.
  • Trabajo por objetivos: productividad, compromiso e implicación.
  • Incorporación inmediata, sin procesos de selección de personal, que suelen ser largos y costosos.
  • Complementa al equipo directivo actual, pudiendo ejercer además una labor de mentoring.

La duración de los proyectos de Interim Management depende de su tipología, pero suelen estar entre 1 y 2 años y el proceso se compone de forma habitual de las siguientes etapas:

  • Análisis previo
  • Definición del alcance del proyecto
  • Incorporación
  • Objetivos y Plan de Acción
  • Implementación
  • Validación de resultados
  • Salida y traspaso de funciones

Al ser el objetivo del proyecto claramente temporal, la última etapa es fundamental de forma que a la salida del Interim Manager otra persona de la empresa asuma correctamente sus funciones.

Como conclusión, me gustaría destacar el gran beneficio que supone para las empresas la figura del Interim Manager, ofreciendo la posibilidad de disponer temporalmente de un directivo con una alta cualificación.
Esta opción permite a una empresa acceder a los servicios de un directivo incluso por encima de las posibilidades económicas de la empresa, si tuviera que incorporarlo en plantilla.