Las empresas, y las personas que las componen, siempre han estado sometidas a los cambios. La cuestión es que ha habido momentos en nuestra historia en los que los cambios se han producido de una manera más rápida, poniendo a prueba la capacidad de reacción de las personas y de las empresas.

Cada una de las cuatro revoluciones industriales han sido épocas de grandes cambios, que han obligado a repensar los modelos empresariales al presentar un cambio de paradigma.

El problema actual es que lo que está cambiando es el ritmo del cambio. Es decir, que los cambios cada vez se producen a mayor velocidad. Si en los últimos siglos los procesos de cambios han seguido un crecimiento lineal, en el momento presente la curva se ha convertido en exponencial.

Curva exponencial

Hasta la fecha, en cada momento de cambio las empresas procuraban adaptarse a la nueva situación lo antes posible. El problema es que, en la actualidad, adaptarse solo significa sobrevivir. Y ya no es suficiente. Las empresas necesitan evolucionar, necesitan cambios disruptivos.

La cuestión es que necesitamos talento para producir esos cambios, para hacer que las cosas pasen. Y en términos de búsqueda de talento, las dificultades son las mismas para las empresas grandes que para las pequeñas.

En lo que no ponemos tiempo, no ponemos foco. En lo que no ponemos foco, no sucede. En resumen, donde no pones tiempo, no suceden cosas.

Si queremos atraer talento, tendremos que dedicar tiempo y recursos.

LAS CLAVES PARA ELEGIR EL CAMINO ADECUADO

Aprender a distinguir lo esencial. Es decir, la diferencia entre lo trivial y lo vital. Para conseguirlo necesitamos:

  • Concentración. Para evitar distraernos con las dificultades del día a día.
  • Foco. Para identificar hacia adonde tenemos que dirigirnos.
  • Observación. Para detectar las señales del cambio y poder anticiparnos.
  • Resultados. Hay que medir constantemente para saber si seguimos en el camino que nos hemos propuesto.

Tener muy claro el valor que aportan los datos. Esto no va de tecnología. Más bien tiene que ver con tomar decisiones desde el conocimiento; el conocimiento que extraemos de los datos. Si no tenemos los datos adecuados, tomaremos decisiones erróneas que nos alejarán de nuestros objetivos.

Equilibrio entre Pensar y Hacer. En las empresas estamos muy acostumbrados a hacer y poco entrenados para pensar. Necesitamos encontrar el equilibrio adecuado entre una cosa y la otra. Hay que valorar en cada caso cuanto tiempo dedicamos a pensar y cuanto a ejecutar. Lo uno sin lo otro es inútil.

Talento y gestión del cambio

LOS ELEMENTOS NECESARIOS PARA ATRAER TALENTO

  1. LA CULTURA

Tenemos que entender el concepto de Cultura de Empresa como el resultado de nuestras acciones, de nuestro comportamiento. La Cultura es la suma de nuestras formas de hacer, de los rituales, de las creencias, de las prácticas.

Si queremos atraer y fidelizar el talento nuestra cultura tiene que resultar atractiva para el tipo de talento que queremos atraer.

Los nuevos estándares de flexibilidad, conciliación y teletrabajo son fundamentales en este proceso y han de incorporarse a la cultura de manera natural.

  1. EL LIDERAZGO

En este caso el liderazgo tiene que ver con cómo hacemos que las cosas pasen. Aquí podríamos aplicar el binomio de Principio de Confianza —> Principio de Responsabilidad.

Si la empresa confía en las personas, estas asumen su responsabilidad y este binomio proporciona los resultados esperados. En cambio, si la empresa quiere controlar a las personas porque no confía en ellas, las personas difícilmente asumirán su responsabilidad.

Esta es una de las razones por las que en la mayoría de las empresas se ha vuelto a una jornada de trabajo 100% presencial tras la pandemia, en lugar de establecer modelos híbridos de teletrabajo, que tan buenos resultados están dando en empresas que tienen una cultura de confianza.

  1. LOS PROYECTOS

Los proyectos están conectados directamente con el talento y viceversa. Si queremos atraer talento habrá que plantear proyectos ilusionantes y retadores. Si atraemos el talento adecuado, nuestros proyectos se volverán más ilusionantes y retadores, generando oportunidades disruptivas.

ERRORES HABITUALES EN LA ATRACCIÓN DEL TALENTO

  • Es imposible atraer el talento, si crees que ya lo tienes. En la mayoría de las ocasiones las empresas creen que ya lo saben todo, que son los mejores en su campo. hay que dejar espacio para que pueda llegar el talento nuevo. 
  • Tenemos que atraer talento para el futuro, no para lo que ya estamos haciendo. No se trata de buscar personas que nos ayuden a mejorar los productos o servicios actuales, sino de atraer a personas que nos ayuden a crear otros nuevos para nuestros clientes.
  • Para atraer talento externo, primero hay que renovar el talento interno. Solemos pensar que las personas que están en la empresa ya no tienen nada más que aportar. En lugar de empezar a buscar el talento fuera, hay que pensar en cómo podemos renovar el talento que ya tenemos dentro.

Si estás detectando señales de pérdida de competitividad y consideras que falta talento en tu empresa, quizá sea un buen momento para pararse a pensar en ello y tomar decisiones atrevidas para resolverlo y anticiparte a tu competencia.