La semana pasada estuve en el Forum TechWorking organizado por AEPA y la Oficina Acelera PYME de FEMPA para analizar las claves tecnológicas para el presente y futuro empresarial.

Contamos con una mesa de lujo formada por Tonia Salinas (Directora Parque Científico UMH), Manuela Esclapez (Site Manager ‘DXC Technology’), Belén Lara Ros (CEO-Cofounder de ‘Blockiure’), Ángela Baus Navarro (Asociación Nacional de Big Data y Analytics (ANBAN) & CEO de ‘Cajeando’) y Celia Sánchez (CEO 1MillionBot) y moderada por Sonia Rujas de AEPA  y Lorenzo Lorenzo de OAP FEMPA.

Conectando tecnología y personas
Forum TechWorking AEPA y FEMPA

Como era de esperar, surgieron muchos temas interesantes y diferentes formas de abordarlos, así que dejo mis reflexiones a modo de resumen.

SOBRE LAS BRECHAS EXISTENTES

Aunque habitualmente se habla y se trabaja para reducir la brecha digital, existen otras que también son relevantes.

  1. Por una parte tenemos la brecha generacional

Aunque siempre hay excepciones, la capacidad de adaptación de las personas a los cambios tecnológicos depende de la generación a la que pertenecen. 

La velocidad y la aceleración de los cambios tecnológicos está dejando atrás a muchas personas. Y no solo en el ámbito de la empresa, sino también a nivel de la sociedad. 

Personas que no saben hacer gestiones en un cajero automático (más allá de sacar dinero), o instalarse un certificado digital para los trámites con la administración pública o solicitar ayudas y subvenciones, entre otros casos.

Necesitamos una visión global que permita adaptar la velocidad del cambio a la capacidad de adaptación de las empresas y la sociedad, con planes serios de apoyo a los colectivos vulnerables.

  1. Por otro lado existe la brecha geográfica

Desgraciadamente a nivel de inversiones y de oportunidades dependemos en parte de los políticos. Hay regiones en las que se han impulsado muchas iniciativas y otras en las que se hace muy poco. También depende mucho de que haya personas capaces de impulsar proyectos y de movilizar a otras personas. Somos muy afortunados en este caso en la provincia de Alicante.

  1. También existe la brecha sectorial

Hay sectores que han sabido innovar, adaptándose con rapidez a las nuevas tecnologías, mientras otros han ido quedando desfasados. Los colectivos y asociaciones sectoriales son los motores del cambio, capaces de unir fuerzas cuando los pequeños empresarios y profesionales no llegan por sí solos.

Una de las necesidades más acuciantes es la de formar a los jóvenes para que sepan reinventarse y adaptarse con rapidez. Su formación tiene que ser sí o sí multidisciplinar. Hay competencias transversales que deben abordarse desde el comienzo. Deben conocer, además de su área principal de conocimiento, las de negocio y la programación básica, el liderazgo, la comunicación, la gestión de equipos y otras que suelen dejarse de lado en los planes de estudio.

SOBRE LA IA Y OTRAS DISRUPCIONES

Quien no haya escuchado hablar de ChatGPT a día de hoy es que está viviendo en una burbuja 🙂

La irrupción de este modelo de IA, cercano, accesible a cualquier persona y gratuito, ha supuesto un cambio de paradigma que ha puesto patas arriba muchos sectores profesionales: abogados, periodistas y profesionales de marketing digital entre otros.

La clave está en conocer cómo puede ayudarnos en nuestro sector y no pensar en qué va a sustituirnos.

Las empresas necesitan profesionales independientes que les ayuden a valorar las tecnologías disponibles para decidir cuáles son adecuadas para sus negocios, y que les acompañen en ese proceso.

Y son las propias empresas las que tienen que marcar su prioridades y decidir si quieren esperar a que alguien innove en su sector, aprovechando alguna de las tecnologías disruptivas y obligándolas a seguir el camino marcado, o si por el contrario, se deciden a liderar el cambio en su sector.

En relación a la inquietud que genera la IA como una amenaza a los puestos de trabajo ocupados actualmente por las personas, hay que tener en cuenta que esta IA accesible actualmente combina mucha información y extrae contenido. Es capaz de identificar patrones y hacer asociaciones, pero no es un sustitutivo de la creatividad humana.

Hay que verla como una herramienta que nos puede ayudar en tareas repetitivas y de procesamiento de información, dejando más tiempo disponible para tareas que aporten más valor.

La IA necesita a su lado perfiles complementarios, además de los ingenieros y los programadores. Hacen falta filósofos, humanistas, psicólogos y médicos, entre otras profesiones que se verán reforzadas en este nuevo paradigma.

Al respecto de cómo está cambiado la IA nuestro paradigma actual, y de la comparación con el nacimiento de Internet y la proliferación de las nuevas tecnologías, me ha gustado mucho este artículo de Ted Chiang en The New Yorker.

Bueno, como habréis visto, debates interesantes y que abren nuevas miradas a la conexión entre tecnología y personas.