Hace unos días participé en una visita técnica a la fábrica de Grupo Alacant en San Vicente del Raspeig, organizada por el Colegio de Ingenieros Técnicos Industriales de Alicante.
El objetivo de la jornada era conocer de primera mano las innovaciones que la empresa ha desplegado en el marco del concepto Industria 4.0, potenciando disciplinas como la automatización y el control pasando por la implantación de sistemas inteligentes e interconectados, utilizando criterios de sostenibilidad energética y orientando el capital inversor hacia la optimización.
Los protocolos de seguridad industrial definidos para la industria 4.0 deben abordarse desde una evaluación previa de nuevos riesgos que aparecen en una fábrica cada vez más automatizada y con una interactuación cada vez mayor del hombre y la máquina. Un ejemplo de ese nuevo paradigma es la planta de Grupo Alacant.
Para mí era, además, una visita muy especial. En el verano de los años 1985 y 1986 estuve trabajando en practicas en el taller de la antigua fábrica, ubicada en el Polígono Canastell. En aquel entonces estudiaba FP de la especialidad de electricidad y se empezaban a desarrollar los primeros programas de prácticas en empresas.
Fue una experiencia fantástica. Estar en una fábrica y poder participar en procesos reales, fuera de las teorías de los centros educativos, me confirmó en mi intención de estudiar Ingeniería y desarrollar mi carrera como técnico.
La fábrica de entonces era pequeña y éramos como una familia. El equipo entero nos acogió durante nuestro paso por la empresa y mantuve la relación con varios de ellos al finalizar las prácticas. Algunos están jubilados y otros han fallecido.
Visitar la nueva planta de Grupo Alacant me ha traído muchos gratos recuerdos y una sensación de orgullo al ver hasta dónde ha llegado ese proyecto colaborativo que nació como una “Asociación de Industrias Alicantinas del Helado y Derivados”.
Uno de los grandes retos que han asumido con éxito es el proceso de combinar la automatización necesaria para seguir compitiendo en el mercado, con la seguridad y la salud de los trabajadores. La planta ha cambiado bastante porque muchos de los procesos que antes se hacían a mano ahora los llevan a cabo robots especializados. Donde se ha puesto mucho el foco ha sido en desarrollar mejoras en la ergonomía de los puestos de trabajo, evitando posturas forzadas, reduciendo las cargas y eliminado movimientos repetitivos de corta duración.
Desde el área de PRL han trabajado con ingeniería para ir aportando soluciones técnicas que mejoran las condiciones de trabajo de las personas, reduciendo al mismo tiempo las bajas laborales y aumentan la rentabilidad de la compañía.
Otro de los aspectos que ha cambiado mucho ha sido el de la tecnología y las comunicaciones. Con la implantación de la Industria 4.0 muchos procesos de fabricación se controlan directamente desde el ERP, incluyendo algunos que antes eran artesanales, como las mezclas y la maduración.
El disponer de datos detallados de los procesos permite mantener una línea constante de mejora para ser capaces de dar respuesta a las necesidades cambiantes del mercado. Antes, la fabrica estaba estructurada para una serie de productos en cada campaña. Actualmente, las diferentes líneas de producción son capaces de adaptarse en muy poco tiempo para atender la demanda de clientes muy diferentes en la misma campaña.
Otro de los aspectos clave de esta nueva planta es el silo frigorífico dotado de dos transelevadores que se ocupan de la mayor parte de los movimientos de producto almacenado con temperaturas inferiores a los -30ºC y que reducen las necesidades de operaciones manuales en esas condiciones.
Finalmente, entre otros proyectos tecnológicos desarrollados en la planta del Grupo Alacant, me gustaría destacar el apartado de Data Center y ciber-seguridad, que permite hacer frente a la cantidad de ataques que sufre una empresa de este tipo, con multitud de equipos interconectados. Este nivel de seguridad tiene el objetivo de garantizar la continuidad de la empresa, ya que el 90% de las empresas que sufren ataques masivos se ven obligadas a finalizar su actividad por su incapacidad para recuperar los datos críticos necesarios para su funcionamiento.
Como conclusión, me llevo un grato recuerdo de la visita a la planta de Grupo Alacant y la satisfacción de ver cómo una empresa de nuestra tierra ha seguido evolucionando en áreas tan importantes como la seguridad, la salud y la Industria 4.0.