La definición de la estrategia empresarial es un momento clave en la vida de las empresas. Sin embargo, en ocasiones, plasmar esa estrategia se limita solamente a marcar una misión, una visión y unos valores.
Incluso cuando todo esto se lleva a cabo en el marco de un Plan Estratégico, es un ejercicio con una validez limitada, que suele aparcarse pasado un breve espacio de tiempo para ocuparse de los temas del día a día.
Como ya he comentado en ocasiones anteriores, el Plan Estratégico por sí mismo no es suficiente como herramienta diferenciadora si no se le dota de unos mecanismos adicionales, como los que aporta el Cuadro de Mando Integral.
Por esta razón, la decisión de implantar un CMI en una organización es una buena oportunidad para poner al día la estrategia, al tiempo que desplegamos el conjunto de medidas necesarias para llevarla a la práctica.
Suele suceder que la estrategia inicial se va quedando obsoleta con el tiempo debido a multitud de factores, entre los que podemos destacar:
- Cambios en el mercado
- Cambios en la gama de productos o servicios que ofrecemos
- Nuevos competidores
- Productos sustitutivos
- Crecimiento de la empresa
- Cambios en la estructura de la empresa
- Necesidad de internacionalización.
Si a esto unimos el hecho de que pocas veces un Plan Estratégico se aplica con las suficientes garantías de continuidad, el resultado suele ser poco satisfactorio.
El Cuadro de Mando Integral permite volver a retomar el proceso de reflexión estratégica, incorporando todos los nuevos condicionantes y proponiendo unas prioridades estratégicas acorde a las necesidades actuales de la empresa.
Este nuevo proceso incluiría las siguientes etapas a modo de referencia:
1. Análisis de las condiciones organizativas y culturales
2. Formación del equipo de trabajo
3. Documentar la estrategia. Proceso de Reflexión Estratégica
4. Análisis Interno-Externo (DAFO)
5. Análisis del entorno
6. Definición de las Prioridades Estratégicas
7. Propuesta de Valor
8. Fijación de objetivos por departamentos
9. Aprobación de los objetivos y creación del Mapa Estratégico
10. Fijación de los indicadores por departamentos
11. Aprobación de los indicadores y elaboración de sus fichas
12. Establecimiento de las iniciativas
13. Diseño y desarrollo del Sistema de Información
14. Informar a toda la empresa de los objetivos (según su capacidad de comprensión)
15. Informar a todo el personal de las iniciativas y metas
16. Análisis de los sistemas retributivos (opcional)
17. Plan de Seguimiento
A la hora de proponer los Planes de Acción se deben tener en cuenta las iniciativas en curso. Si alguna de ellas puede aportar valor al nuevo desarrollo debe mantenerse. En caso contrario habría que suspenderla, recuperando recursos para añadir a los disponibles para las nuevas.
Es importante destacar que el Cuadro de Mando Integral debe implicar a todos los miembros del equipo de dirección, de forma que convertir la estrategia en el trabajo diario de cada uno abarque a todas las áreas de la organización.
Para terminar, me gustaría recordar los 5 propósitos fundamentales que persigue el Cuadro de Mando Integral, según Kaplan y Norton:
- Traducir la estrategia a términos operativos.
- Alinear la organización con la estrategia
- Hacer que la estrategia sea el trabajo diario de todo el mundo
- Hacer de la estrategia un proceso continuo
- Movilizar el cambio mediante el liderazgo de los directivos.
Plantearse la implantación del Cuadro de Mando Integral en una empresa consolidada puede ser una magnífica forma de actualizar la estrategia y devolver la ilusión de la visión al punto de partida.