En los últimos meses se está produciendo un cambio importante en la forma en como los usuarios de negocio utilizan los datos para el análisis y la toma de decisiones.

En el pasado era muy habitual que este análisis de la información tuviese una componente muy tecnológica, es decir, que el usuario que extraía las conclusiones tenía que estar cualificado tecnologicamente. Sin embargo, la tendencia actual es a la inversa: las soluciones de Business Intelligence deben proveer al usuario de negocio de las herramientas adecuadas para que pueda «sentir la empresa a través de los datos» sin la intervención de los especialistas de IT.

Sentir los datosSe trata, por tanto, de humanizar el análisis de la información y la extracción de los elementos clave para la toma de decisiones. En contraposición con el modelo clásico de grandes centros de procesamiento que analizaban ingentes cantidades de datos para extraer  sus propias conclusiones, basadas en patrones muy rígidos, en la actualidad se tiende a poner en manos del usuario de negocio elementos muy cercanos a su día a día, incorporando incluso estas herramientas de Business Intelligence en dispositivos móviles.

El usuario ya no está dispuesto a recibir la información en informes estáticos, sino que quiere sentir los datos de primera mano, interactuar con ellos, compartirlos con su equipo, descubrir nuevos conocimientos, identificar patrones, explorar los datos con libertad, de una manera natural, sin la rigidez de los tradicionales sistemas encorsetados.

Con la popularización del Big Data el usuario de negocio ya no se conforma con recibir una pequeña parte de información sementada, quiere poder ampliar su campo de información, sin importar cual es la fuente original de los datos que necesita para tomar decisiones de negocio acertadas. Las nuevas herramientas disponibles permiten diseñar modelos de datos más complejos en su estructura interna, pero más transparentes y accesibles para el usuario de negocio.

El hecho de que la globalización y la complejidad de los mercados actuales nos sitúe en entornos cada vez más interconectados hace más necesario que nunca el poder «sentir» la empresa a través de los datos.

Sin embargo, no debemos permitir que esta complejidad de los modelos de datos retrase la llegada de la información necesaria a los puntos clave de decisión en la organizaciones. Los sistemas de información y de BI deben ser rápidos, ágiles y precisos. Hay que adaptarlos a las nuevas formas de relacionarse de los usuarios de negocio, que actualmente interactúan con más frecuencia con dispositivos móviles que de sobremesa y están habituados a compartir conocimiento por medio de nuevos canales de comunicación, internos y externos.

Las herramientas corporativas tienen que avanzar hacia modelos más simples e intuitivos, sin perder de vista la seguridad de la información, pieza clave en las estrategias de negocio. Debemos potenciar el uso natural de la información, con un enfoque más intuitivo que permita a los usuarios de negocio una toma de decisiones más ágil y rápida, en un entorno de información creciente cada vez más humanizado.

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