Empresas y empresarios

Muchas de las empresas que han cerrado sus puertas en estos últimos años y la mayoría de las que siguen en el mercado, han nacido fruto de la perseverancia de un empresario ¨hecho a sí mismo¨. Es decir, sin formación empresarial.

Habitualmente esto se ve con buenos ojos, es un desarrollo profesional basado en el esfuerzo. Lo que ocurre, es que en muchas ocasiones estas empresas crecieron gracias a un mercado en expansión, de forma que las empresas no necesitaban vender, porque la gente quería comprar.

Sin embargo, en estos últimos años, el mercado se ha puesto más difícil y las empresas han tenido que esforzarse para mantenerse en él. Es una cuestión de ventaja competitiva. Si la demanda baja y hay exceso de oferta, el cliente tiene donde elegir y aumenta su poder de negociación.

En este nuevo escenario se hace imprescindible una buena gestión empresarial y aparecen algunas carencias de los que están al frente de las empresas y de las organizaciones.

Entre las habilidades clave que suelen echar en falta estos empresarios hechos a sí mismos podemos encontrar algunas de las siguientes:
· Gestión de equipos
· Liderazgo
· Comunicación
· Resolución de conflictos

Las situaciones que se producen por esta falta de algunas habilidades directivas pueden llegar a convertir al supuesto líder en un peón más dentro de su propia organización, sin capacidad para marcar el rumbo adecuado para llevar a la empresa al éxito empresarial.

Nos encontramos con algunos casos de empleados nefastos para la empresa y para sus propios compañeros que siguen ahí porque el líder no se atreve a enfrentar el conflicto de manera directa.

Se producen situaciones en las que la empresa recompensa en exceso a los trabajadores para evitar quejas por agravios comparativos en materia de salarios.

Puede estar teniendo lugar una corriente de descontento generalizado por la falta de comunicación de la dirección a la hora de afrontar nuevos retos, si los empleados no conocen los objetivos que se quieren alcanzar.

En resumen, la falta de auto-confianza de la dirección puede generar un clima de desasosiego entre la plantilla, que ve como la dirección no es capaz de afrontar los problemas de la empresa con decisión.

Como estamos en una época en la que es difícil encontrar empleo, los trabajadores descontentos no suelen dejar su puesto, pero entran en una dinámica de desmotivación que repercute de manera negativa en el rendimiento de la empresa en conjunto, pudiendo perder su capacidad para competir en el mercado.

Otro de los aspectos que necesita una puesta al día es su capacidad para adaptarse a los nuevos cambios tecnológicos, de forma que pueda impulsarlos en su empresa.

Para ello, un buen empresario debe rodearse de buenos asesores tecnológicos y no solo de abogados y asesores laborales. La tecnología es una de las principales claves diferenciadoras en el mercado actual, independientemente del sector en el que compita tu empresa.

Es necesario estar bien asesorado para implantar un buen sistema de información en tu empresa, una completa herramienta de gestión empresarial, un CRM para la correcta gestión de la cartera de clientes si fuera necesario y, sobre todo, una buena estrategia de Marketing Online.

Si un empresario no tiene a su alrededor un buen equipo de profesionales de las TIC y el Marketing, puede embarcarse en proyectos de modernización de su empresa que no son los adecuados a su sector, su estrategia o su capacidad de inversión. Es fácil dejarse llevar por los «cantos de sirena» si uno no tiene claro cuál es su rumbo.

Partiendo de mi admiración por los empresarios (salvo excepciones), que son capaces de poner en marcha un proyecto que les va a quitar el sueño el resto de su vida, que dan empleo y proporcionan sustento a muchas familias, mi consejo es que se formen (que nunca es tarde), que tengan curiosidad por seguir aprendiendo y que se rodeen de buenos profesionales que le mantengan al día para seguir siendo el líder que necesita su organización para crear y mantener una ventaja competitiva sostenible en el tiempo.