La semana pasada se celebró en el Campus de Alcoy de la Universidad Politécnica de Valencia el I Congreso de Ingenieros Profesionales en la Industria 4.0 organizado por el Colegio Oficial de Graduados e Ingenieros Técnicos Industriales de Alicante con un gran éxito de acogida y participación.
El Congreso ha sido una iniciativa de la Junta de Gobierno del Colegio y de su Consejo General, con el objetivo de reforzar el concepto de Industria 4.0 desde la sostenibilidad, al tiempo que se muestran oportunidades de desarrollo y de inversión.
La jornada estuvo articulada en tres grandes ejes:
1. Conferencias y mesas redondas sobre la Ingeniería 4.0, las oportunidades para la industria y el ahorro energético.
2. Área con stands de empresas sobre la Eficiencia Energética en la Industria.
3. Ponencias técnicas que abarcaron aspectos clave en el desarrollo de la Industria 4.0:
- Patentes y diseños.
- BREEAM Edificios Sostenibles.
- Agricultura y la inteligencia digital.
- Trabajo autónomo.
- Digitalización y Eficiencia.
- Control y Productividad.
- Nuevos sistemas de climatización.
Aunque hace un tiempo que se viene hablando de la Industria 4.0 y de las oportunidades que ofrece, asistiendo a las distintas ponencias del Congreso, fuí consciente de lo lejos que están la mayoría de empresas de conocer y adoptar este modelo de futuro.
Es necesario que los profesionales lideren un cambio dentro de la industria y de las empresas, aportando conocimientos y experiencias, de forma que cada organización saque el máximo partido a esta nueva etapa de la lndustria.
Si nos apoyamos en la definición que proporciona Wikipedia, el concepto Industria 4.0 (también señalado como cuarta revolución industrial, Industria inteligente, o Ciberindustria del futuro) corresponde a una nueva manera de organizar los medios de producción. Su objetivo es la puesta en marcha de un gran número de «fábricas inteligentes» («smart factories») capaces de adaptarse a las necesidades y a los procesos de producción, así como a una asignación más eficiente de los recursos, abriendo así la vía a una nueva revolución industrial.
Las bases tecnológicas en que se apoya esta orientación, entre otras son las siguientes:
- Internet de las Cosas (IoT)
- Sistemas Ciberfísicos
- Cultura Maker – DIY (Hágalo Usted Mismo)
- Fábrica 4.0
Sin embargo, la Industria 4.0 no se reduce exclusivamente a los cuatro puntos recién citados, pues es mucho más que eso. La Industria 4.0 es consistente con la llamada Cuarta Revolución Industrial, enfatizando y acentuando la idea de una creciente y adecuada digitalización y coordinación cooperativa en todas las unidades productivas de la economía.
Este concepto de Industria 4.0 que aquí se presenta no es una realidad ya consolidada y experimentada, sino un nuevo hito en el desarrollo industrial que sin duda marcará importantes cambios sociales en los próximos años, haciendo un uso intensivo de Internet y de las tecnologías avanzadas, con el fin de desarrollar plantas industriales y generadores de energía más inteligentes y más respetuosos con el medio ambiente, y con cadenas de producción mucho mejor comunicadas entre sí y con los mercados de oferta y demanda.
Como las ponencias técnicas se llevaron a cabo de manera simultánea en tres salas, abarcando en menos tiempo un mayor número de temas, dejo aquí una reflexión de aquellos que me resultaron más interesantes.
1. Automatización de Procesos y Análisis de Información
David Fuster Valor, de la firma doeet, nos presentó varios casos de mejora de la Eficiencia Energética en la Industria 4.0. Con la recogida de información en planta, a pie de máquina, y su posterior análisis se identifican oportunidades de mejora, por ejemplo, si se compara la producción y la energía prevista consumida con la real.
En ocasiones este análisis permite identificar patrones de conducta que se repiten y que producen excesos de consumo sin mejorar la productividad.
En muchas fábricas nos encontramos con procesos productivos automatizados que además son capaces de recopilar gran cantidad de datos. Sin embargo, en la mayoría de los casos esa información no se analiza. Las nuevas herramientas de Big Data y de Minería de Datos permiten sacar partido a esos datos que ya tenemos.
2. La Certificación de Edificios Sostenibles
Otra de las grandes oportunidades se esconde en el sector de la construcción. Cada vez es mayor el interés de los consumidores por los edificios sostenibles. Sin embargo hay muy pocas empresas que realmente estén ofreciendo soluciones completas en este sentido.
La certificación BREEAM es uno de los modelos más extendidos y valorados a la hora de llevar a cabo un proyecto de construcción, ya sea de una vivienda unifamiliar, un edificio de oficinas, un complejo de apartamentos o una reforma.
En la actualidad ya están adaptados a la normativa y práctica constructiva en España los siguientes esquemas de certificación:
* BREEAM® ES Urbanismo, destinada a mejorar la sostenibilidad de los proyectos urbanísticos.
* BREEAM® ES Vivienda, aplicable a a viviendas unifamiliares y viviendas en bloque.
* BREEAM® ES Nueva Construcción, aplicable a edificios de nueva construcción. Este esquema de certificación, vigente desde Enero de 2015, es la evolución del antiguo «BREEAM® ES Comercial», que ya permitía evaluar obra nueva destinada a oficinas, industria y comercio. Ahora, amplía su aplicabilidad a edificios sanitarios, educativos, deportivos, culturales, hoteleros, recreativos, judiciales, etc.
* BREEAM® ES A Medida, que permite evaluar edificios singulares no incluídos en Nueva Construcción y Vivienda.
* BREEAM® ES En Uso, que constituye una oportunidad importante de afrontar el impacto ambiental de los edificios existentes así como la mejora de su gestión.
La certificación BREEAM aporta una valoración en el cumplimiento de cada una de las categorías que avalan la sostenibilidad de un edificio, tanto por su construcción, como por su mantenimiento.
3. La Gestión de Patentes y Diseños
Aunque nuestro país no es uno de los que más destaca por el registro de patentes, modelos y diseños, me parece una buena reflexión incluir aquí este tema como una de las oportunidades de la Industria 4.0.
Si hemos desarrollado algún elemento que puede suponer una ventaja competitiva, la mejor protección es una patente, modelo de utilidad o registro de diseño o marca. Se pueden patentar productos o procedimientos que sean nuevos, inventivos y susceptibles de aplicación industrial.
En la protección de nuevos elementos se busca una aplicación práctica, de forma que si se patenta pero no llega a fabricarse, alguien podría solicitar una licencia para llevarlo a cabo. De la misma forma, debido a las diferentes normativas existentes en cada país, la patente debe presentarse en todos aquellos en los que queramos proteger nuestro desarrollo.
Sin embargo, el análisis que se lleva a cabo de la solicitud de una nueva patente implica una búsqueda a nivel internacional. Es decir, una patente solo protege los derechos de exclusividad en aquellos países en los que haya sido aprobada, pero no se puede patentar algo que esté patentado en otro país previamente.
Sin embargo, si patentamos nuestro producto solo en España, aunque una persona de otro país no pueda patentarlo, sí que podría fabricarlo porque no estaría protegido en su país.
Por lo tanto, ante el desarrollo de un producto o procedimiento novedoso disponemos de un año desde la presentación de la solicitud en España para decidir en qué otros países queremos protegerlo. Pasado ese tiempo, ni nosotros ni nadie más podría presentar una patente en dicho país.
Las patentes proporcionan una exclusividad de 20 años, transcurridos los cuales pasan al dominio público, con el objetivo de que la sociedad también pueda beneficiarse de las nuevas patentes.
Quiero terminar esta reflexión sobre la Industria 4.0 agradeciendo al Colegio Oficial de Graduados e Ingenieros Técnicos Industriales de Alicante su iniciativa y felicitando a todo su equipo por el magnífico trabajo llevado a cabo.
