Hay muchos aspectos que definen la cultura empresarial de una organización. Algunos de ellos son muy evidentes y otros, no tanto. En realidad la cultura empresarial es la suma de todas esas cosas que hacemos en una organización de manera diferente a las demás. Aquello que nos distingue, para bien o para mal, y que forma parte de la «Marca».

Porque dentro de una cultura empresarial también podemos encontrar aspectos negativos, a modo de vicios, enquistados dentro de la organización y que se repiten a lo largo y ancho de la misma, por imitación de comportamientos.

Seguro que conocéis organizaciones en las que:

  • las reuniones siempre empiezan tarde y se alargan eternamente
  • se olvidan de pagar algunas facturas
  • no devuelven las llamadas
  • no contestan a los correos
  • te hacen esperar cuando tienes una cita concertada a una hora concreta
  • los trabajadores no se ponen la ropa de trabajo corporativa (ocurre mucho en las obras)

Cuando se trata de situaciones puntuales podemos achacarlas a ciertas personas de la organización, pero si son habituales en diferentes personas y departamentos, es que se han instalado en la cultura empresarial.

En la parte positiva también hay muchos detalles que podemos encontrar a través de los diferentes departamentos y que distinguen a una organización de otra. Dejo aquí algunos de los que he encontrado a lo largo de mi recorrido por diferentes empresas:

Respeto
Por las personas, por el material, por el trabajo de los demás, por el tiempo de todos.

Integridad
Para hacer lo correcto, transmitiendo siempre confianza. Sin mentiras, sin excusas.

Humildad
Para reconocer que no lo sabemos todo, que cometemos errores y que seguimos aprendiendo cada día.

Puntualidad
A la entrada y a la salida, en las reuniones, en las citas con proveedores y clientes, en los plazos de entrega, en los pagos a los trabajadores y a los proveedores.

Rigor
Para cumplir con los procedimientos establecidos, con la normativa vigente, con nuestros compromisos de calidad, con nuestros empleados, colaboradores, clientes y proveedores.

Orgullo de pertenencia
Para «vestir la camiseta», sintiéndose parte de un proyecto común, valorando nuestras aportaciones y la de nuestros compañeros, sabiendo que juntos llegaremos más lejos.

Compañerismo
Ayudando a los demás y pidiendo ayuda cuando sea necesario, siendo solidarios, alternando vacaciones, turnos, guardias y compartiendo experiencias y conocimientos, con un objetivo común.

Acogida
Entrar a trabajar en una nueva organización es como «el primer día de cole» de nuestra etapa infantil. Hay que adaptarse a las costumbres, aprender procedimientos, relacionarse con personas nuevas, hacer nuevos amigos, buscando integrarse lo antes posible. Algunas organizaciones tienen un Plan de Acogida que facilita enormemente este proceso.

Profesionalidad
Relacionado con la forma de hacer las cosas. Disponer de procedimientos claros y definidos de manera que una misma tarea se hace siempre igual, la haga quien la haga. El orden y la limpieza, la organización de los espacios, los turnos, la forma de responder al teléfono, la ausencia de excusas, iniciativa, voluntad de buscar soluciones y no problemas.

La Cultura Empresarial forma parte de la «Marca». En cada punto de contacto de nuestra organización con el entorno que nos rodea vamos dejando esa marca. Cada miembro de la organización la representa hacia el exterior; desde la persona que contesta el teléfono, hasta el repartidor que entrega la mercancía, pasando por la firma en un mensaje de correo, la documentación impecable, la ausencia de errores ortográficos en los mensajes, el estado (o abandono) de nuestra página Web, etc.

Recuerdo hace unos años que a los consultores de una determinada firma multinacional se les reconocía antes de que se presentaran: su ropa, el corte de pelo, los modales, el maletín, delataban esa cultura empresarial que les había encorsetado.

Sin embargo, la Cultura Empresarial no tiene por qué ser un corsé, sino más bien un conjunto de formas de hacer y detalles en todos los aspectos del día a día que hace única a esa organización, distinguiéndola de las demás, pero dejando espacio para crecer y evolucionar, como parte de un proceso de mejora continua.

** La imagen destacada es de la galería de Chan en Flickr