Siguiendo con la línea de artículos relacionados con las posibilidades de mejora de las PYMEs y algunas causas de la baja productividad y la falta de competitividad, abro un capítulo nuevo relacionado con los proveedores de algunos servicios.

Es bastante habitual que una empresa tenga ciertos proveedores «de toda la vida». Esto significa que no se evalúa lo que aportan a la organización, sino que están ahí porque siempre lo han estado.

Estás obsoletoEn algunos de estos casos se trata de proveedores obsoletos, que no han evolucionado siguiendo el ritmo del mercado y la aparición de nuevos productos o servicios, por lo que el servicio que dan a la organización no está alineado con las necesidades reales de la empresa.

Suele suceder con las áreas de informática y sistemas, diseño gráfico, imprenta, comunicación y asesorías varias, aunque no son las únicas candidatas.

El efecto que tiene en la empresa es diferente en función del área que se trate, pero en todos los casos el resultado suele ser la pérdida de competitividad de la empresa.

Si se trata de un proveedor de sistemas de informática, se pueden dar los siguientes casos:

  • Que la oferta de servicio que recibe la empresa no sea adecuada
  • Que el proveedor ofrezca un precio muy ventajoso, pero los servicios que proporciona sean insuficientes
  • Los sistemas de la empresa van quedando obsoletos por la falta de sugerencias de mejora del proveedor
  • A la hora de evolucionar, la propuesta del proveedor no sea la adecuada
  • Eligiendo el camino fácil, el proveedor no quiere complicaciones y prefiere no proponer soluciones innovadoras que le suponen un reto
  • Para cubrir nuevas necesidades se hacen propuestas de bajo coste para seguir manteniendo su estatus de proveedor adecuado a los ojos de la empresa

En el caso de proveedores de diseño gráfico las situaciones suelen ser algo diferentes:

  • Propuestas poco novedosas
  • Soportes poco innovadores
  • Uso tradicional de la imagen corporativa
  • Diseños muy encajonados en lo de siempre
  • Falta de adaptación a los nuevos canales online

Pasado-presente-futuroSi una empresa con un proveedor de diseño gráfico obsoleto acomete un proyecto de presencia en Internet, lo más probable es que los elementos gráficos diseñados tengan demasiado «peso» y supongan un lastre para la optimización de la nueva página.

En los diseños de páginas Web en los que la carga de elementos gráficos no es adecuada a la estructura, termina condicionando la posible evolución técnica de la misma.

Si hablamos de un proveedor de imprenta, la situación es similar:

  • Materiales clásicos
  • Soportes tradicionales
  • Limitaciones técnicas para nuevos desarrollos
  • Cantidades mínimas elevadas para justificar un precio razonable
  • Poca flexibilidad

En el apartado de comunicación, el caso suele ser incluso más grave:

  • Empresas de comunicación tradicional que no entienden el mundo online
  • Propuestas descabelladas de presencia online
  • Errores garrafales en el planteamiento de la estrategia de una campaña
  • Fallos de gestión de las redes sociales por falta de conocimiento
  • Mala gestión de la reputación online
  • Errores graves en la gestión de crisis

Si hablamos de asesoría, el abanico de posibilidades es más amplio y depende del servicio concreto de que se trate:

  • Fallos de asesoramiento en materia de IVA que producen sanciones para la empresa
  • No se informa a la empresa de ciertas obligaciones relativas a su caso concreto
  • Mala gestión en crisis relacionadas con casos de recursos humanos
  • Falta de asesoramiento adecuado sobre desgravaciones y subvenciones aplicables a nuestro caso en particular

En el caso de asesoramiento directivo:

  • Incorrecta aplicación de sistemas de dirección estratégica, cómo el Cuadro de Mando Integral
  • Falta de visión de conjunto en Planes Estratégicos
  • Nula integración de herramientas de apoyo a la toma de decisiones dentro del capítulo de Business Intelligence

El-futuroSería relativamente fácil encontrar casos en otras áreas de la empresa, pero el objetivo de este post es despertar en las organizaciones la conciencia de la importancia del nivel de evolución de su proveedores y en estos la necesidad de anticiparse a las necesidades futuras de sus clientes. Lo que una empresa necesita es que cada uno de sus proveedores le ayude a mejorar su competitividad en lugar de suponer un lastre.

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